Iquitos es la ciudad más grande del planeta sin una conexión terrestre. Esto significa que solamente es posible acceder a este paraíso amazónico en barco o en avión, sin posibilidades de llegar desde Lima en vehículo, de un solo tirón.
Esto es así porque la ciudad de Iquitos no tiene carreteras que sirvan como unión para llegar a otras grandes ciudades o venir desde ellas.
Para recorrer los 1.017 kilómetros que separan a Lima de Iquitos, cierto es que viajar en avión podría ser la ruta más cómoda y corta, aunque la travesía en barco podría ser una de las experiencias más especiales que vivas en tu vida, si dispones de un par de días.
Este viaje te regalaría la posibilidad de entrar a la selva de una manera única, ya que podrás haber conocido muchos rincones del extenso y bello Perú, pero nada será igual que insertarse en el corazón verde por medio de sus aguas.
Si andas buscando la mejor ruta, aquí tendrás los detalles necesarios para evaluar las diferentes opciones y elegir el camino que te lleve a esta hermosa ciudad.
Para muchos, esta es la forma más simple de llegar a Iquitos y, por tanto, la más recomendada. Claro que esto dependerá del tipo de viaje que andes planeando, el tiempo que dispongas y el espíritu que quieras poner en juego para pasar tus días.
Para volar a esta bella ciudad silvestre, basta con tomar un avión en el Aeropuerto Internacional Jorge Chavez, en Lima, el cual pone a disposición vuelos diarios de las aerolíneas LATAM Airlines, Sky, Viva Air Perú y Star Perú, con salidas diarias que te harán llegar a destino en dos horas y 14 minutos.
También puedes tomar un vuelo doméstico en Tarapoto, o bien desde Pucallpa y sus conexiones. A cualquiera de estos lugares puedes llegar por tierra desde prácticamente cualquier sitio de Perú, ya sea en vehículo privado o por medio de un servicio de bus de larga distancia.
Desde Lima, estos destinos se encuentran a unas 20 horas en automóvil privado o bus, según el servicio que utilices.
Para muchos, esta opción podría ser un plan descabellado; pero, aunque no lo creas, esta aventura es diferente a todas las que vivas en Perú y en muchos otros países de Sudamérica.
Se trata de llegar a Iquitos navegando por el Amazonas .
Esta ruta te permitiría conocer la selva desde un lugar más cercano, atravesando poblaciones nativas y admirando sus formas de vida mientras recorres las aguas del río Ucayali y el río Marañón, hacia la ansiada Iquitos.
Si tienes suerte, durante el viaje podrás disfrutar de la compañía de exóticos delfines rosados que suelen acompañar con su nado a las embarcaciones.
Una de las maneras de llegar a Iquitos vía fluvial, es viajando por tierra desde Lima, unas 16 horas, hacia Pucallpa, ciudad en la cual deberás tomar un barco llamado "motonave", junto con otras 250 personas.
Este es el punto más cercano a Lima para tomar una embarcación, por lo cual suele ser la ruta más elegida para encarar la aventura por agua.
La navegación desde Pucallpa suele tomar 4 días en promedio, dependiendo de las necesidades que la tripulación y el resto de los pasajeros presente.
Por lo general, estos barcos van cargados de comerciantes que transportan insumos a diferentes puntos del Amazonas y esto hace que cada parada te acerque a un pueblo diferente.
En la motonave, un piso entero se destina para la carga y la cocina, y el resto se divide entre los pasajeros locales, y unos pocos extranjeros que se embarcan con la fantasía de entrar en la selva desde el río Amazonas.
También es posible tomar el barco desde Yurimaguas, llegando a la ciudad desde Lima, por tierra, y navegando hacia Iquitos por el río Ucayali, con stops en Requena y Contamana.
Esta opción podría ser ligeramente más larga, ya que el trayecto terrestres desde Lima puede superar las 24 horas de viaje. Sin embargo, desde Yurimaguas existe la posibilidad de tomar una lancha rápida, lo cual acorta considerablemente el viaje.
Para tomar esta lancha es necesario salir del Puerto de La Boca y navegar dos días hacia Iquitos. Para tomar el barco más lento, deberás salir del puerto Abel Guerrera y viajar unos 4 días para llegar a tu destino.
Ya sea saliendo de una u otra ciudad, en barco lento o lancha rápida, la experiencia resulta asombrosa.
Amanecer en el Amazonas y ver al sol ponerse en sus aguas te regalará paisajes únicos, y aunque creas que no podrás sobrevivir al viaje sin TV o wifi, esta desconexión te dará la oportunidad de conectar con la naturaleza y sus paisajes, además de vivir el viaje de una manera mucho más profunda.
También tendrás la posibilidad de conocer gente a bordo y experimentar intercambios culturales que no podrías llevar a cabo de otra manera.
Los barcos tienen camarotes privados, aunque por la mitad de su precio puedes disponer de un espacio donde colgar tu hamaca (¡no olvides llevar una!) y compartir con otros viajeros. Cada piso dispone de baños y duchas que reciclan el agua del río para su uso.
Por supuesto, no habrá acceso a agua caliente, y esto no tiene que ver con las condiciones del barco sino con la temperatura de la selva; ya verás, en el Amazonas no necesitarás darte un baño caliente.
En cuanto a la comida, si bien está incluida y en cada una de las paradas suben a bordo distintos vendedores ambulantes a ofrecer sus productos, siempre es recomendable llevar algún alimento extra y agua embotellada, si es en bidón mejor.
¿Qué más llevar?
Plato, vaso y cubiertos.No olvides tener contigo abundante repelente para mosquitos, un saco de dormir y elementos que te ayuden a pasar mejor el tiempo. Si tienes un libro a la espera de un momento de paz, no dejes de incluirlo en tu equipaje.
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